el concepto bíblico de adoración implica exaltar a Dios por encima de todo. Esto se describe en el pasaje de Éxodo 15:2, cuando los israelitas declararon "El Señor es mi fuerza y mi cántico; Él es mi salvación. Él es mi Dios, y lo alabaré; es el Dios de mi padre, y lo exaltaré". |